miércoles, 28 de abril de 2010

Un Tesoro en Alcobendas (I)

Hace poco más de una semana, tuve el placer de deleitarme con una magnífica exposición en Alcobendas, un pueblo de Madrid, España. Los restos que se presentan en ella son ni más ni menos que los que se trajo del Gobi nuestro amigo R. Chapman Andrews la primera vez que fue allí. Sí, esos famosos huevos de Oviraptor (o... ¿Citipati?), esos conocidos ejemplares de Protoceratops y esos impresionantes esqueletos de Tarbosaurus. Se trata de... "Tesoros del Gobi". Y sino me equivoco, ¡son restos originales!

Tal y como hice con la colección de dinosaurios del Museo de Historia Natural de Londres, realizaré un exhaustivo repaso a la mayoría de los fósiles de la exposición, la cual comienza, por supuesto, con un ejemplar montado del fantástico tiranosáurido asiático Tarbosaurus.

A primera vista, no se aprecia la diferencia con un Tyrannosaurus, pero créanme, la hay. Las enormes mandíbulas del animal, su masiva cadera y su enorme cola rígida nos hace recordar que se trataba del rey de su tiempo, aunque dos dinosaurios que veremos más adelante podrían hacerle frente. Claro que al mirar sus frágiles bracitos también se nos viene a la cabeza el clásico debate, ¿predador o carroñero?

Junto a este fascinante ejemplar, tenemos un fósil original aún más interesante desde el punto de vista paleontologíco. ¿Recuerdan ese conocido Oviraptor que al yacer sobre un nido de huevos se ganó la fama de ladrón de huevos? En efecto, ese es el segundo fósil de la exposición, algo realmente soberbio. Ni más ni menos que parte del esqueleto de un Oviraptor yace sobre un nido que más tarde sabríamos que era del propio Oviraptor, y de hecho estaba dispuesto al igual que en las aves, en círculo. Si en los años 20 hubiesen conocido algo sobre huevos, no habría sido difícil identofocar que pertenecían a un terópodo, pero como eran los primeros que se encontraban, los paleontólogos aún no tenían ni idea de identificar estos fósiles traza.
En la foto inferior se observan con detalle las impresionantes garras de un terópodo tan modesto como es el Ovirpator, cubriendo dos huevos de forma claramente elíptica, típicos de terópodos.


A la derecha de esta vitrina tenemos un ejemplar único en el mundo, un polémico individuo cuya clasificación está siendo muy debatida últimamente. Se trata del "Oviraptor" de toda la vida, pero lo más curioso es que en el cartel ponía: Oviraptor, y debajo, Nombre científico: ¡¡Citipati osmolskae!! De no haber hecho hace unas semanas una profunda investigación sobre el Oviraptor, esto me habría dejado perplejo. El tema es que debido a que se han encontrado cráneos de Oviraptor muy diferentes (con cresta, con cuerno o completamente redondos), recientemente se ha clasificado a parte de los Oviraptores en el género Citipati, que incluye al Oviraptor crestado en el que nosotros siempre hemos pensado.

Así, el resto de ejemplares se conservan en Oviraptor philoceratops, el nombre que se le dio originalmente a este fósil, que aunque en su tiempo fue el holotipo de Oviraptor, ahora ni siquiera pertenece a ese género.

Cómo último fósil de la primera sala (y de este primer post), tenemos el broche de oro, ni más ni menos que un impresionante huevo de Oviraptor abierto con los restos de su diminuto embrión dentro. Aunque un simple aficionado como yo no es capaz de distinguir las partes del Oviraptor en ese diminuto embrión, verlo es verdaderamente gratificante. El pequeño huevo está acompañado por una curiosa reproducción del embrión en vida. Es realmente un privilegio poder ver un embrión original de un dinosaurio, probablemente el único del mundo.


Y así, con esta belleza, damos por terminada esta primera entrega sobre la exposición de Alcobendas. ¿Ya tienes ganas de ir?

domingo, 18 de abril de 2010

Dinosaurios de Francia (II)

Al fin volví con una nueva entrada, pero no les garantizo que vaya a recuperar el ritmo de una entrada cada dos o tres días, ni mucho menos. Vamos con el Cretácico francés.

Por desgracia, apenas tenemos datos de los primeros 30 millones de años del Cretácico en Francia, los únicos dinosaurios conocidos son el famosísimo Iguanodon, ese ornitópodo de posición cuadrúpeda facultativa (anda a cuatro patas, pero se puede poner a dos) y de 8-11m de longitud, y el mucho menos conocido Hungarosaurus, un nodosáurido de 4m de largo y media tonelada de peso.

En el Albiano, la paleofauna está algo más animada en cuanto a dinosaurios. El Erectopus es otro alosauroideo francés, pero conocido por restos bastante escasos, que apenas nos indican como era la estructura de su pie. Genusaurus, en cambio, es mucho más conocido. Se trata de un abelisáurido de unos 3m de longitud muy ligero (tan sólo pesaba 50kg) que se alimentaria de pequeños mamíferos y de los menores dinosaurios.



Rhabdodon, un ornitópodo típico de Europa.


Durante el Campaniano y el Maastrichtiano, los dinosaurios en Francia llegan a su apogeo, justo antes de la repentina extinción del límite K-T.
Uno de los dinosaurios más curiosos de este tiempo es el Struthiosaurus, que es ni más ni menos que el anquilosaurio más pequeño conocido, con sólo dos metros de largo. El Rhabdodon era un ornitópodo típico de Europa en el Campaniano. Se trata de un iguanodóntido de pequeño porte (media tonelada de peso) que en realidad no está muy claro si clasificarlo como iguanodóntido o como hipsilofodóntido, al igual que en el caso del Tenontosaurus.

El principal problema para los Rhabdodon residía en un dromeosáurido de la zona, el Variraptor, un dinosaurio de 3m de longitud y de movimientos rápidos, bastante similar al conocido Deinonychus.
Por último, el Tarascosaurus era el indiscutible gran predador (o carroñero) de la zona, con sus 8 metros de longitud. Este abelisáurido es, como muchos dinosaurios franceses, conocido por escasos restos (vértebras, un fémur y algunos dientes).



Un Tarascosaurus se enfrenta con un Ampelosaurus en el Cretácico superior francés.


Llegamos al Maastrichtiano, del que también tenemos evidencias de la presencia del Variraptor y del Struthiosaurus, quienes ahora convivían con distintos dinosaurios. El más espectacular sin duda era el Hypselosaurus, un saurópodo titanosaurio de 9m de largo cuya fama reside en el hallazgo de sus huevos fosilizados de enorme tamaño, 30cm de diámetro. El Telmatosaurus podría ser una evolución del Rhabdodon, ya que el nuevo ornitópodo si que era un hadrosáurido puro, con su pico de pato, sus baterías dentales y sus 5 metros de longitud. Un pequeño dromeosáurido también surgió en las Galias, el Pyroraptor, de tan sólo metro y medio de longitud y 30kg de peso, que apuñalaría a sus presas con su gran garra falciforme (con forma de hoz).

Para concluir, sólo diré una cosa. Todos los terópodos que le faltan a España, ¡los tiene Francia!

lunes, 22 de marzo de 2010

Dacentrurus

El Dacentrurus (Cola puntiaguda) fue un dinosaurio tireóforo estegosáurido descubierto por Richard Owen en Inglaterra. Medía hasta 10m de largo por 3’5 de alto, pesaba unos 800kg y vivió durante el período Jurásico. Después de hallar los primeros restos en Inglaterra, se han encontrado ejemplares en Francia, España y sobre todo, Portugal. Este cuadrúpedo fue uno de los primeros dinosaurios en encontrarse y originalmente fue llamado Omosaurus, pero más tarde se dieron cuenta de que ya existía un Omosaurus, y le cambiaron el nombre por Dacentrurus. Desde entonces se han encontrado ejemplares por toda Europa, que han convertido a este animal en el estegosaurio europeo por excelencia.

Las principales características de este herbívoro eran sus placas y sus espinas. Desde el lomo hasta el principio de la cola disponía de pequeñas placas afiladas que el servían para defenderse de los depredadores, y al final de la cola, como muchos estegosáuridos, disponía de cuatro espinas muy grandes con las que podía abatir a cualquier depredador de su tamaño. Su cabeza era muy pequeña y disponía de un pico aplanado en el que se encontraban muelas en los laterales, con las que trituraba como podía la dura vegetación que se llevaba a la boca. Tal y como se muestra en la imagen superior, es posible que tuviera espinas en los hombros.

Sus patas traseras eran más largas que las delanteras, factor con el que este dinosaurio era capaz de ponerse a dos patas (siempre y cuando se apoyara en algún sitio con las patas delanteras), lo que le otorgaba una gran ventaja a la hora de poder comer plantas a cierta altura. Ciertas personas opinan que este era un dinosaurio muy lento y pesado pero Grandes Sauri está en contra de esta idea y opina que dentro de lo que es un tireóforo, este debió de ser de los más ágiles.

sábado, 20 de marzo de 2010

Dinonoticiario

Ignavusaurus rachelis es un nuevo dinosaurio que sigue enriqueciendo la riqueza en fósiles de sudáfrica, concretamente de Lesotho, donde se ha encontrado este dinosaurio. Es un sauropodomorfo basal del que tenemos un esqueleto bien conservado y casi completo. Su edad geológica aún no está clara, pero debería andar por el Jurásico inferior, hace 190 millones de años. El Ignavusaurus, a paritr de rasgos únicos de la tibia o del acetábulo, es un prosaurópodo más desarrollado que Thecodontosaurus que da al mundo nuevas claves sobre este enigmático grupo.

No podía faltar, por supuesto, otro hallazgo en Asia, donde ha aparecido el Linheraptor exquisitus. Este es un nuevo dromeosáurido del Cretácico superior del interior de Mongolia, en pleno desuerto de Gobi. Como buen espécimen de Asia oriental, su esqueleto (bastante completo) ha sido hallado en un estado excepcionalmente bueno, algo ya casi común en los fósiles de allí. Además, junto con el recientemente descubierto Tsaagan mangas, este dinosaurio ayuda a cubrir un eslabón entre los dromeosáuridos más basales y los más derivados, gracias a ciertas características deducidas a partir de su cráneo. Con sus 2'4m de longitud, sin duda era grande para ser un dromeosáurido.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Tarbosaurus

El Tarbosaurus (Reptil alarmante) fue el primo asiático del conocido Tyrannosaurus rex, y de hecho era un tiranosáurido con características muy similares a las de Tyrannosaurus. Medía hasta 11m de largo, pesaba cuatro toneladas y vivió en el período Cretácico superior o tardío. Los restos de Tarbosaurus fueron hallados en una expedición soviética al Gobi (Mongolia), donde se recuperaron unos siete especímenes, los cuales fueron clasificados como Tarbosaurus bataar tras ser estudiados por un paleontólogo ruso.
Pero la historia no termina aquí, pues desde el momento de su descubrimiento había especialistas que opinaban que eso era un Tyrannosaurus en toda regla, y que se debería clasificar como Tyrannosaurus bataar. Con el tiempo esta idea fue cobrando fuerza y hoy día hay muchos paleontólogos que no reconocen a Tarbosaurus como un género, aunque Grandes Sauri sí lo reconoce. El propio Tarbosaurus, desde luego, era una auténtica máquina de matar.

Prueba de ello es en gran parte su gran mandíbula, que representaba su gran arma a la hora de cazar (o de comer carroña) ya que en ella había montones de dientes muy grandes y afilados, que se renovaban conforme se iban desgastando. El cráneo incluía unos ojos y una “nariz” grandes para agudizar sus respectivos sentidos, y estaba seguido por un poderoso cuello muy fuerte y preparado para dar fuertes giros a la mandíbula. Sus miembros anteriores eran aparentemente inútiles debido a su tamaño, y sus patas eran todo lo contrario, muy grandes y fuertes, para soportar las cuatro toneladas de peso del Tarbosaurus. Su larga cola servía de contrapeso para equilibrar al animal.

Mucha gente dice que si Tarbosaurus se hubiera encontrado en Norteamérica se habría nombrado como especie del Tyrannosaurus, pero Grandes Sauri no sólo se basa en este hecho para decir que Tarbosaurus es un género distinto, ya que este último tenía un cráneo algo distinto al de Tyrannosaurus y un tamaño considerablemente menor (al menos a mi juicio).

domingo, 14 de marzo de 2010

Parque Prehistórico- Salvando a los Dientes de Sable

Volvemos con Parque Prehistórico, esta vez en un capítulo que no trata de dinosaurios, sino de diversos animales argentinos. Durante el episodio, Nigel Marven viajará al Cenozoico argentino, ese momento en el que el continente estuvo separado del resto del mundu unos millones de años, hasta su unión con Norteamérica y la llegada de los Smilodon (dientes de Sable). Los saurópodos titanosaurios que se trajeron en el capítulo anterior no atienden a vallas y se dedicarán a vagar por el Parque.

Los animales que aquí veremos son:
  • Smilodon
  • Toxodon
  • Phorusrhacos
  • Dasypus (Armadillo)
Además de los que ya se han llevado al parque. Que lo disfruten.





























sábado, 13 de marzo de 2010

Edaphosaurus

El Edaphosaurus (Reptil pavimento) fue un sinápsido pelicosaurio al igual que el Dimetrodon, pero no hay que confundirlo con él. Medía unos tres metros de longitud, pesaba unos 300kg y vivió durante el Pérmico inferior, período que precede al Triásico, en el que aparecieron los dinosaurios. El Edaphosaurus era un reptil “tipo mamiferoide”, aunque este apodo no se acerca mucho a su cuerpo alagartijado.

El principal rasgo de Edaphosaurus, y el que lo confunde con Dimetrodon, es su vela, compuesta por una membrana enorme sujetada por las espinas neurales de las vértebras dorsales. Esta gran vela desempeñaría la misma función que la del Dimetrodon o las de, los dinosaurios con vela, la termorregulación. Dependiendo de cómo se colocase la vela con respecto al Sol o al viento, el animal podría calentarse o refrigerarse. No se descarta que la vela también se utilizase para lograr una hembra, llenándola de colores vivos.
Los dientes en forma de clavija de Edaphosaurus nos sugieren inmediatamente que era herbívoro, y una posible presa de Dimetrodon, un poco más grande. Para digerir la vegetación, el rechoncho cuerpo de Edaphosaurus tenía un largo intestino en el que se extraían los nutrientes, aunque este gran cuerpo, al estar soportado por unas patitas ridículas, condicionaba al Edaphosaurus a la hora de correr.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Camptosaurus

El Camptosaurus fue un herbívoro bastante parecido al Iguanodon y, de hecho, vivió entre finales del jurásico y principios del cretácico, justo antes de los primeros Iguanodon que se han encontrado. Medía 6m de largo por 2m de alto, pesaba hasta 4 toneladas y sus fósiles han sido hallados en varios puntos de EEUU y en el sur de Inglaterra, dato que nos sugiere que América del Norte y Europa debieron estar conectadas en el período jurásico. Los principales rasgos del Camptosaurus eran que no corría mucho, no era muy grande, no tenía grandes defensas, pero podía masticar y triturar con fuerza la dura vegetación de la que se alimentaba, gracias a su juego de dientes. Estos eran duros y estaban muy aserrados, pero se terminaban quedando lisos debido a la dureza de las hojas y los brotes. Disponía de un fuerte pico para arrancar la vegetación al final de su mandíbula.

Si bien el Camptosaurus no tenía grandes defensas ni mucha velocidad, tenía un arma más poderosa, el poder comer vegetación no sólo de los helecho o de plantas a cierta altura, sino también del suelo. El Camptosaurus tenía unas patas posteriores fuertes con las que aguantaba el peso de su cuerpo, pero podía poner su cabeza a diferentes alturas. La primera opción, era ponerse de pie y erguirse utilizando la cola para mantener el equilibrio, y así seleccionaba de entre plantas a 3 o 4 metros de altura. Otra opción era agacharse y echar el peso de su cuerpo en las patas delanteras durante un momento, para poder comer la vegetación del suelo o a escasa altura. Esta última postura no la podía mantener mucho tiempo, ya que sus patas anteriores no estaban preparadas para soportas tanto peso.
Una curiosa característica del Camptosaurus era como evolucionaban sus tendones. Cuando era joven, este dinosaurio tenía tendones hechos de colágeno, al igual que los demás seres vivos, pero conforme iba envejeciendo, estos tendones se transformaban en varillas óseas que, además de fortalecer su espalda, le permitían erguirse sobre las patas posteriores con la espalda recta, cosa que pocos dinosaurios podían hacer.

lunes, 8 de marzo de 2010

¿Qué fósil es?

Aunque se aprecia con menos claridad, esta vez tienen a su disposición el esqueleto completo (qué bello fósil).


Sólo en un lugar se podría encontrar un fósil de esta calidad. En efecto, pertenece a China, y data del Cretácico inferior.


El sinápsido que escoja el ganador podrá ser:
  • Dicynodon
  • Moschops
  • Lystrosaurus
  • Edaphosaurus
  • Cynognathus

¡Suerte!

sábado, 6 de marzo de 2010

Dinonoticiario

En primer lugar hablemos del Asilisaurus kongwe. Este pobre bicho ha recibido una atención mediática tan fuerte que se le ha considerado el dinosaurio más antiguo, el pariente más antiguo de los dinosaurios (en cuyo caso sería anterior a la primera célula xD), un mitad dinosaurio mitad animal... La mayoría de estas paranoyas han sido difundidas por El Mundo, aunque ABC y 20 Minutos no se han quedado atrás.


En realidad todas estas fuentes son absurdas, porque lo que realmentehemos encontrado en posiblemente el arcosaurio (los arcosaurios incluyen a los dinosaurios, pterosaurios, cocodrilos y otras formas primitivas, como en este caso) de la línea aviar más antiguo hasta hoy. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que era un reptil silesáurido cercano a los dinosaurios que no deja de ser un gran hallazgo gracias a su filogenia. El bicho en sí medía un metro, ha sido hallado en Tanzania (varios ejemplares) y vivió hace 245 millones de años. Su dieta era herbívora u omnívora y tal vez fuese cuadrúpedo.

El ya famoso Asilisaurus

La otra gran paleonoticia que barre internet, se confirma que el asteroide del Yucatán mató a los dinosaurios. Esta confirmación no habría tenido tanto éxito de no ser por su publicación en la revista Science. Pero esta confirmación no se basa en nada nuevo. Volvemos a leer que un meteorito de 10km de diámetro chocó con la Tierra y provocó seísmos, tsunamis e incendios por todo el mundo, que después fue rematado por las nubes de ceniza generadas tras el impacto, que mató a todo animal de más de 50kg de peso.

Esta teoría está muy bien, pero recientemente puede ser anulada con el asteroide de la costa india, que data de la misma época y cuyo impacto sería, según algunas estimaciones, 500 veces mayor.

Esto es todo por hoy.