El Chasmosaurus disponía de dos cuernos en las cejas y uno en la nariz. Los cuernos de las cejas podían tener tamaños bastante variables, desde un pequeño bulto óseo, hasta largos cuernos que no llegaban a alcanzar la longitud de los de otros dinosaurios cornudos, como el Triceratops. En cuanto a su escudo ornamental, era muy largo y llamativo debido a su anchura y su longitud, pero no estaba decorado con numerosas espinas como en el caso del Styracosaurus o el Pachyrhinosaurus, tan solo podía llegar a tener dos espinas bastante discretas en lo alto del escudo.
Todos los científicos coinciden en que las patas posteriores del Chasmosaurus estaban colocadas justo debajo del cuerpo, como pilares, para poder sostener su pesado cuerpo. Sin embargo, hay un cierto desacuerdo entre cómo estaban colocadas las patas anteriores. Algunos científicos han sugerido que estas estaban colocadas a los lados del Chasmosaurus, como las de un lagarto, pero entonces, ¿cómo habría podido este dinosaurio sujetar su enorme cabeza? Esta teoría, por lo tanto, queda algo devaluada, y le da más éxito a la teoría de que el Chasmosaurus tenía las patas anteriores justo debajo de su cuerpo, para mantener todo el peso. Además, para verificar esta teoría, existe la prueba de que se han hallado huellas fosilizadas de Chasmosaurus que indican que sus patas estaban juntas, lo que quiere decir que iban debajo del cuerpo.
Tan solo se han encontrado huesos de ceratopsios en América del Norte y en Asia. Teniendo en cuenta que los encontrados en Asia son los más primitivos y antiguos, los científicos han podido averiguar a partir de aquí que en el cretácico aún había un istmo de tierra entre Asia y América del Norte, por donde debieron pasar la mayoría de los ceratopsios que luego evolucionarían en el Triceratops y el Chasmosaurus.
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