El caso es que de entre los fósiles de Argentina, hemos encontrado pequeños ejemplares en el estado de bebé, que disponían ya de un cuerpo totalmente desarrollado, lo que ha llevado a pensar entre los paleontólogos que las crías no nacían de huevos. Esta carcatrística, que también se da en otros ictiosaurios, sería una perfecta adaptación a la vida en las profundidades, pues las madres no tendrían que salir al exterior para poner sus huevos, como otros reptiles marinos. Ophthalmosaurus, a primera vista, tenía rasgos de delfín y puede resultar difícil de distinguir de los demás ictiosaurios, pero sus aletas redondeadas y esotéricamente pequeñas, son el punto perfecto para identificarlo. Esto de las aletas pequeñas seguramente no mermaría su velocidad, pues dentro de algunos ejemplares de Opthalmosaurus hemos encontrado pequeños peces y calamares muy rápidos, que seguramente serían su menú del día. Para capturarlos, nuestro amigo se impulsaría con su cola para alcanzar a sus presas y cazarlas con su largo y dentudo pico.
Por último, decir que sus grandes ojos eran otra adaptación a la vida en las profundidades, pues para captar la escasa luz de la zona, los ojos de 10cm de diámetro de este animal serían de los mejor del océano. Ah, se me olvidaba que, como todos los ictiosaurios, no tenía branquias, y tenía que salir a respirar a la superficie cada x tiempo, porque para eso no tenía adaptación.
1 comentario:
Muy bueno tu aporte Enrique.
Bueno, acabo de venir de viaje, y recién entro a tu blog, y veo que has avanzado mucho. Bueno, seguiré viendo tu blog.
Ah, ya salió la sexta entrega de ¿qué fósil es?, si quieres participar.
Me despido.
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