domingo, 22 de noviembre de 2009

Plateosaurus

El Plateosaurus fue uno de los prosaurópodos que vivieron en el triásico, período en el que los dinosaurios comenzarían a gobernar la Tierra gracias a herbívoros como este, que luego daría paso a los grandes saurópodos del jurásico, y a carnívoros como el Coelophysis, que luego daría paso a grandes terópodos como el Ceratosaurus. El Plateosaurus medía 9m de largo por 2 metros de alto, y pesaba cuatro toneladas. Estas proporciones corresponden a un herbívoro de tamaño mediano, pero este es el que luego se convertiría en otros grandes saurópodos como el Diplodocus.
La primera vez que se hallaron restos de este animal fue a principios del siglo XIX en una cantera de Alemania. Allí, hallaron más de un centenar de fósiles de Plateosaurus, con diez cráneos incluidos, lo que permitió conocer a fondo su anatomía desde hace casi 200 años. El hombre que le dio nombre a estos fósiles fue Hermann von Meyer, un científico alemán, que le otorgó su nombre al Plateosaurus en 1837, un poco antes de que se inventara el término “dinosaurio”. Más tarde se encontraron restos de Plateosaurus en Groenlandia, Francia y Suiza.
Al igual que los saurópodos del jurásico, el Plateosaurus disponía de una cabeza pequeña, un largo cuello, una larga cola, y unas fuertes patas para aguantar el peso de su cuerpo, pero este animal disponía de características exclusivas para sobrevivir. Para empezar, podía andar a dos patas, ya que tampoco pesaba tanto y sus patas posteriores eran muy musculosas. Esto le podía servir para alcanzar plantas y vegetación a 4m de altura, pero aun así, se cree que el Plateosaurus prefería andar a cuatro patas que a dos, ya que sus patas delanteras, aunque cortas, eran fuertes y también podían soportar una buena cantidad de peso.

Como la mayoría de los prosaurópodos, pero puede que el Plateosaurus tuviera una “segunda opción en el menú”. Debido a las potentes garras de las que disponía en el pulgar y en el segundo dedo de las patas anteriores, y al su juego de dientes que podían servir tanto como para triturar levemente las plantas como para masticar la carne, algunos científicos han sugerido que este pudo ser uno de los escasos dinosaurios omnívoros que existieron, lo cual le daría al Plateosaurus bastante ventaja a la hora de alimentarse, ya que además de vegetación, podría comer carroña o pequeñas presas.

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