Su mandíbula medía unos 85cm de largo, y estaba dotada de una multitud de gigantescos dientes afilados y curvos. Para aligerar peso en su gigantesco cráneo, tenía ciertos agujeros en el hueso donde se insertaban músculos que cerraban la mandíbula con gran fuerza. También disponía de dos crestas óseas no muy grandes sobre los ojos. Todas estas características se asemejan bastante a las del cráneo del Carnotaurus, lo que nos hace pensar que su cuerpo sería algo parecido, largo, con las patas traseras muy musculosas, una fuerte cola para mantener el equilibrio y unas extremidades anteriores minúsculas.
Si tenemos en cuenta que los brazos del Abelisaurus debieron de ser muy pequeños, nos lo podríamos imaginar cazando únicamente con la boca, ya que una vez que este animal le diera un bocado a su presa, los dientes curvos de su mandíbula anulaban todas sus oportunidades de escapar. Se cree que pudo menear bruscamente de un lado a otro su cabeza, para matar más fácilmente a su presa.
Si tenemos en cuenta que los brazos del Abelisaurus debieron de ser muy pequeños, nos lo podríamos imaginar cazando únicamente con la boca, ya que una vez que este animal le diera un bocado a su presa, los dientes curvos de su mandíbula anulaban todas sus oportunidades de escapar. Se cree que pudo menear bruscamente de un lado a otro su cabeza, para matar más fácilmente a su presa.
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