El Spinosaurus, al igual que los grandes terópodos como el Tyrannosaurus rex, disponía de unas musculosas patas traseras, un tamaño considerable, que le daba la oportunidad de atacar grandes herbívoros, y una larga cola que le ayudaba a mantener el equilibrio. Aunque el Spinosaurus tenía muchas características propias que los hacen fácil de distinguir del resto de los dinosaurios. Para empezar, sus brazos le eran bastante útiles a la hora de atacar, ya que con las garras de los dedos de sus manos podía matar a los otros dinosaurios de un solo zarpazo, por lo que sus brazos eran más largos en relación a su cuerpo que los de muchos otros grandes carnívoros.
Otra importante característica es que tenía una mandíbula muy peculiar. Para empezar, era más estrecha de lo normal, aunque esto no era problema para cazar, ya que por dentro disponía de una amplia “gama” de dientes que, en lugar de estar afilados y ser curvos, tenían forma de cono y por lo tanto sus bordes eran lisos, lo que significa que apenas le servían para masticar (por lo que deducimos que sus víctimas eran completamente engullidas). Además, su mandíbula disponía de unos potentes músculos que la abrían y cerraban con una grandísima potencia.Todas estas características están muy bien, pero su gran diferencia con los demás dinosaurios eran las espinas que llevaba en su espalda (de ahí su nombre, lagarto espino), cuya función se cree que era regular la temperatura del Spinosaurus; cuando este quería calentarse, ponía sus espinas en una posición determinada de forma de que “captaba” la energía solar y gracias a ella calentaba su sangre y le permitía estar más activo y no pasar frío. Respectivamente, cuando se quería enfriar, bastaba con poner sus espinas de una forma determinada para que captaran el viento y se reducía su temperatura corporal. Aparentemente, estos cambios en la temperatura no serían nada vital, pero la situación cambia que sus fósiles han sido descubiertos en pleno desierto, que es donde habitaría en su época (aunque la imagen muestre lo contrario).
Así, cuando era de día en el abrasador desierto, él se refrigeraba mediante su “vela” de espinas, lo que le permitía cazar otras especies que estuvieran más acaloradas e indefensas. Y cuando se hacía de día en el desierto, mientras los demás dinosaurios estaban helados después de la noche, él se calentaba con el Sol y empezaba a correr mucho antes que los demás, que aún tenían la sangre fría. La idea de que Spinosaurus fuera piscívoro es más que probable, ya que su alargada mandíbula, sus largos brazos y su ligera constitución apoyan esta dieta.
Así, cuando era de día en el abrasador desierto, él se refrigeraba mediante su “vela” de espinas, lo que le permitía cazar otras especies que estuvieran más acaloradas e indefensas. Y cuando se hacía de día en el desierto, mientras los demás dinosaurios estaban helados después de la noche, él se calentaba con el Sol y empezaba a correr mucho antes que los demás, que aún tenían la sangre fría. La idea de que Spinosaurus fuera piscívoro es más que probable, ya que su alargada mandíbula, sus largos brazos y su ligera constitución apoyan esta dieta.
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