En el caso del Massospondylus, la misión de triturar la comida recaía sobre el estómago, que ayudado de los gastrolitos o piedras estomacales que el dinosaurio tragaba, trituraba la comida como si fuese una batidora. Sus patas también han dado lugar a debates entre los paleontólogos para decidir si este animal era bípedo o cuadrúpedo, y si bien al principio se creía que era cuadrúpedo, tal y como lo serían sus sucesores y tal y como está representado en el Natural History Museum de Londres (foto), en el 2007 se realizaría una nueva investigación que demostraría lo contrario.
Para defenderse de los depredadores, el Massospondylus utilizaría sus extremidades anteriores, las cuales terminarían en cinco dedos entre los que destacaría el pulgar, ya que este estaba dotado de una larga y poderosa garra. Esta característica estaba presente en todos los prosaurópodos y se iría perdiendo conforme estos adquirían peso y necesitaban cada vez más sus patas delanteras para soportar su pesado cuerpo.
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