El Tyrannosaurus rex es el dinosaurio más conocido por todos desde que somos pequeños, y no es para menos, ya que el animalito medía unos 12m de largo por unos 4 metros y pico de alto, pesaba alrededor de 5 o 6 toneladas y era carnívoro. Cuando se encontró el primer esqueleto prácticamente completo de Tyrannosaurus, hace ya bastante tiempo, se supo que se había descubierto uno de los carnívoros más grandes de la historia, ya que disponía de un cuerpo muy musculoso y de dientes de 20cm afilados como cuchillas. De hecho hasta hace poco, se pensaba que el Tyrannosaurus era el más grande de los carnívoros del reino animal, pero recientemente se han descubierto otros terópodos en Sudamérica y en África que son aún más grandes que él. Sus fósiles han sido hallados en EEUU y Canadá y vivió al final del período cretácico.
El cráneo del Tyrannosaurus era una de sus grandes características con respecto a los otros grandes terópodos descubiertos hasta entonces. En lugar de ser estrecho, era amplio y extraordinariamente musculoso, por no hablar de la gran capa de hueso puro y duro que formaba la mandíbula. Para finalizar, sus dientes eran más anchos que los de los demás carnívoros y tenían la peculiaridad de que los más potentes estaban por el medio de la mandíbula, y no en la zona delantera.
Gracias a la gran potencia de los dientes y la mandíbula del Tyrannosaurus, hoy conocemos qué animales solían ser sus presas, ya que se han encontrado en sus fósiles huellas y marcas que encajan perfectamente con los dientes del Tyrannosaurus. También sabemos que el Tyrannosaurus no utilizaba sus dientes para desgarrar, como lo podrían hacer otros carnívoros como el Allosaurus, sino para agarrar a sus presas y matarlas (por eso tenía los brazos tan cortos, porque su función era desempeñada por la propia mandíbula).
Y para colmo, ¡aún hay más cosas que decir sobre su mandíbula! Se cree que el Tyrannosaurus fue capaz de romper huesos de otros dinosaurios con un simple mordisco, ya que se ha encontrado un hueso de Triceratops (con marcas de dientes del Tyrannosaurus) al que le falta un buen cacho, y se han encontrado excrementos fosilizados de Tyrannosaurus entre los cuales se hallan huesos de otros dinosaurios herbívoros. Tan feroz era el Tyrannosaurus que cuando encontraba a otro carnívoro comiendo, le podía arrebatar tranquilamente su comida y comerse él la carroña. Esta actitud de carroñeo ha llegado a considerarse la única actitud del animal, y hoy día sigue vigente el debate de si el Tyrannosaurus era depredador o carroñero.
5 comentarios:
Este animal tiene más cuerpod e gladiador que de cazador. Pero hay que pensar en cómo eran sus presas potenciales e imaginar el cuerpo ideal para avatirlas. Y seguramente, para enfrentarse a un ceratopsio, vaya mejor ser un tipo lento pero fuerte como este.
Abatir con B de Brontosaurio.
Sí, desde luego era una mole lenta pero pesada, pero aunque fuese con dificultades para alcanzarlos tendría que cazar ornitópodos, a no ser que aún no se haya descubierto ese depredador capaz de cazar hadrosáuridos en el Maastrichtiano de EEUU (es que aparte del Tyrannosaurus, los demás carnívoros de ese entorno eran como mucho troodóntidos).
De todas formas yo creo que este bixo también cazaba ornitópodos, al menos de la talla de Lambeosaurus (14m) o Parasaurolophus (12m), porque estos también eran muy pesados.
Saludos
Mira Enrique: http://oldearth.wordpress.com/2010/03/03/la-carrera-entre-una-gallina-y-un-t-rex/
Sigo creyendo que un Tyrannosaurus superaba al menos los 20km/h, ten en cuenta que solo hay que mirar el esqueleto del T-rex para darse cuenta de lo masivas que son sus piernas.
De todas formas está muy graciosa la imagen :)
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